Juicios éticos
La ética apela a la racionalidad sobre las acciones de los seres humanos basada en normas y valores asumidos en la sociedad integrando todos sus sistemas. Reflexionar sobre su aplicación supone abarcar tanto el ambiente como el contexto y los sujetos desde conceptos como conducta, libertad, conciencia y responsabilidad, entre otros.
Más allá de las referencias históricas sobre la ética, lo importante es la consideración sobre la toma de decisiones, “proceso cognitivo de elegir entre dos o más alternativas” (Núñez, 2010: 533) que invariablemente atañe a individuos, influye en grupos y concierne a la colectividad. En cualquier organización, las tomas de decisiones afectan a diversos nichos de interés, y dejarán vestigios intrínsecos y extrínsecos.
Hay tomas de decisión cerradas e inflexibles y en contraste se encuentran aquellas participativas en las cuales, fluyen ideas, se confrontan formas de pensamiento y se toma consciencia de las consecuencias o bienes sociales, morales y psicológicos, de las determinaciones y resoluciones en todos niveles y alcances.
El segundo tipo de toma de decisiones, ya sea en una empresa o en otro tipo de organización, genera por un lado la ética del trabajo, asociada a las perspectivas personales, las mejoras y retribuciones, en otro sentido da lugar a la denominada ética de la responsabilidad (Ética en…, 2013: 241) en la que se integran incumbencias mutuas, derechos humanos y obligaciones.
Toda estrategia ética tiene implicaciones, en virtud de que cuando se opta por una disposición concreta, se esgrimen estrategias de pretensión moral, “argumentamos ante los demás y ante nosotros mismos para justificar o criticar acciones, actitudes o juicios morales tanto propios como ajenos.” (Cortina, 2008: 125) por ello es recomendable contar con un código ético que describa los principios, posibilite su guía y supervisión, admita parámetros de exégesis y considere los valores e inquietudes de los interesados, entre los cuales se reconocen: integridad, confianza, justicia, diálogo, transparencia, dignidad, legalidad, civilidad, ecologismo y responsabilidad (Ética en…, 2013: 240).
Lo anterior llevado a otros perímetros y espacios conduce a la reflexión sobre la trascendencia de los juicios éticos como respuesta a disquisiciones morales, acciones que implican la distinción entre el bien y el mal y la consciencia de sus derivaciones y secuelas para los seres humanos. Todo discernimiento ético y moral en cualquier lugar del mundo supone un acto que involucra intenciones específicas y un sumario de normas, creencias y resultados concretos.
Los juicios éticos obligan al entendimiento, al ejercicio de la inteligencia prudente, madura y sensata; emitirlos supone la facultad de un individuo para exigir a otro una conducta correcta y prescrita, si se basa en un código. Los juicios morales están más vinculados con la norma ética propia en la que las virtudes y valores humanos permiten que uno conduzca la propia vida.
Como consecuencia, y en una reflexión personal sobre lo expuesto, entiendo que la ética demanda la objetividad crítica, y la moral requiere la opción personal por una conducta que asumimos como imperativo de nuestra voluntad guiada bajo principios y convicciones.
Referencias
- Núñez Herrejón, José Luis y María Elena Ortiz Salinas. (trad.). (2010) APA. Diccionario conciso de Psicología. México: Editorial El Manual Moderno.
- Cortina, Adela y Emilio Martínez (2008) Ética. 4ª edición. Madrid: Akal.
- Ética en la empresa. (2013). Chile: Auditores Externos, aechile.cl/wp-content/uploads/2013/02/Etica-MH.pdf