La terapia familiar es una secuencia terapéutica en la que el psicólogo trabaja con un grupo familiar en virtud de que los integrantes están involucrados en una problemática para cuya solución se precisa la participación de todos los miembros. Los horizontes de solución no son individuales sino relacionales bajo el principio de que los vínculos familiares son un factor fundamental para recuperar la salud física y emocional en determinadas circunstancias.
En este proceso se enfrentan las condiciones problemáticas desde una visión colectiva considerando las alternativas terapéuticas viables. Cada sesión dura 50 minutos con una periodicidad semanal. La duración de la terapia depende tanto de los consultantes como de la problemática.